jueves, 18 de mayo de 2017

INFANCIAS Y CIUDADANÍA EN EL SIGLO XXI POLÍTICAS PÚBLICAS NACIONALES


Estudio del análisis frente a las políticas públicas Nacionales para la Primera Infancia

PILARES DE LA EDUCACIÓN
La educación tiene muchos propósitos incluyendo el permitir a los educandos que desarrollen su potencial individual contribuyendo también a una transformación social. Cada generación se enfrenta al reto de decidir qué va a enseñarle a la próxima generación. Naturalmente, la educación cambia en función del tiempo y el espacio.

PILAR
Significado: Etimológicamente, pilar proviene de la palabra latina Pila.

Se ha adoptado desde el siglo XVII, con el significado de apoyo vertical en edificios cuyo sinónimo más común es “columna”.

ORIGEN: La UNESCO, al solicitar a un grupo de pensadores seleccionados por diversos gobiernos nacionales, para reflexionar sobre el futuro de la educación y sobre la educación del futuro, encargó la coordinación del trabajo a un ex-ministro francés de Economía y Finanzas (1981-1984), Jacques Delors Presidente de la Comisión de la Comunidad Europea de 1985 a 1992.

LOS PILARES EDUCATIVOS


Según la Comisión presidida por Delors, cuatro son los pilares de la educación:
“La educación tiene la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal.” Delors, (1996, p. 9)

Los Cuatro Pilares de la Educación han determinado los fundamentos de la educación en las últimas décadas y han influido en la educación intercultural y en el desarrollo de las competencias básicas en los sistemas educativos, de manera que se hace necesario desarrollar actividades para trabajar en las aulas a partir de estas concepciones. Por ello proponemos una intervención que desarrolla los Cuatro Pilares de la Educación desde una metodología activa y cooperativa, de carácter inclusivo, a partir del análisis de imágenes y de música.

Palabras clave: Educación, intelectualidad, actividades, metodología educativa, trabajo cooperativo

.El Informe Delors y los Cuatro Pilares de la Educación


Delors en su informe de los Cuatro Pilares de la Educación dice que la idea fundamental es superar los niveles de analfabetización a nivel mundial, y conseguir una equidad a nivel educativo con el fin de hablar de una aldea global, de toda la comunidad humana. Porque es a través de la educación desde donde podemos avanzar.

Para ello el marco teórico que propuso la UNESCO en el 1996, a partir de este Informe, es una educación basada en:
  • Un proceso que se alarga toda la vida, también conocido como “long life learning”.
  • Con un objetivo global o mundial común.
  • Erradicando la analfabetización.
  • Partiendo de la comunidad social a la comunidad mundial.
  • Favoreciendo la participación democrática.

Con la finalidad siempre de ir de la comunidad de base a la sociedad mundial, ya que estamos inmersos en un proceso de mundialización, en el que se hace necesario crear un clima de tolerancia y de inclusión social y por tanto educativa.

Así, partiendo de estas premisas, el Informe estable que se puede hacer posible y que la educación debe fundamentarse en los cuatro pilares, que serán los principios sobre los que la educación y los sistemas educativos han de desarrollar sus competencias y sus currículos:

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN
Concepto de los 4 Pilares


El siglo XXI, que ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, planteará a la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro. Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos. En cierto sentido, la educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él.


Con esas perspectivas se ha vuelto imposible, y hasta inadecuado, responder de manera puramente cuantitativa a la insaciable demanda de educación, que entraña un bagaje escolar cada vez más voluminoso. Es que ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites. Sobre todo, debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio.

Con esas perspectivas se ha vuelto imposible, y hasta inadecuado, responder de manera puramente cuantitativa a la insaciable demanda de educación, que entraña un bagaje escolar cada vez más voluminoso. Es que ya no basta con que cada individuo acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá recurrir después sin límites. Sobre todo, debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio.

Para cumplir el conjunto de las misiones que les son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN
Mas, en general, la enseñanza escolar se orienta esencialmente, por no decir que de manera exclusiva, hacia el aprender a conocer y, en menor medida, el aprender a hacer.
Las otras dos formas de aprendizajes dependen las más de las veces de circunstancias aleatorias, cuando no se les considera una mera prolongación, de alguna manera natural, de las dos primeras. Pues bien, la comisión estima que, en cualquier sistema de enseñanza estructurado, cada uno de esos cuatro “pilares del conocimiento” debe recibir una atención equivalente a fin de que la educación sea para el ser humano, en su calidad de persona y de miembro de la sociedad, una experiencia global y que dure toda la vida en los planos cognoscitivos y practico.

Desde el comienzo de su actuación, los miembros de la Comisión fueron conscientes de que, para hacer frente a los retos del siglo XXI, seria indispensable asignar nuevos objetivos a la educación y, por consiguiente, modificar la idea que nos hacemos de su utilidad.

Una nueva concepción más amplia de la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de capacidades diversas, fines de carácter económico), para considerar su función en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que, toda ella, aprender a ser.

APRENDER A HACER:
Este pilar consiste en que cada uno se desarrolle en toda su riqueza, su complejidad, sus expresiones y sus compromisos, siendo ciudadano y productor, inventor de técnicas, durante toda su vida, para ello se necesita el autoconocimiento, por lo que la educación debe ser ante todo un viaje interior, cuyas etapas corresponden a las de la maduración constante de la personalidad y del carácter. Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere actuar con determinación.
La Educación para el Desarrollo Sostenible:
  • Es  relevante y culturalmente apropiada;
  • Contribuye a la construcción de un mundo sostenible y seguro para todos;
  • Debe convertirse en una realidad concreta presente en todas nuestras decisiones y acciones diarias
Aprender a hacer se centra en la habilidad de aplicar en la práctica lo aprendido, especialmente lo relativo a los medios de vida. Se trata del conocimiento, los valores, las competencias prácticas y de saber cómo hacer para participar de manera activa en un empleo y un ocio productivos, a fin de:
  • Poner las ideas en práctica, además de elaborarlas;
  • Entender y actuar sobre las cuestiones de Desarrollo Sostenible mundiales y locales;
  • Adquirir formación técnica y profesional;
  • Aplicar los conocimientos adquiridos en la vida diaria;
  • Ser capaz de actuar creativamente y con responsabilidad en el entorno propio.
Aprender a conocer y aprender a hacer son en gran medida, indisociables. Pero lo segundo está más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: ¿cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible? La comisión procurara responder en particular a esta última interrogante.

APRENDER A SER
Este pilar consiste en que cada uno se desarrolle en toda su riqueza, su complejidad, sus expresiones y sus compromisos, siendo ciudadano y productor, inventor de técnicas, durante toda su vida, para ello se necesita el autoconocimiento, por lo que la educación debe ser ante todo un viaje interior, cuyas etapas corresponden a las de la maduración constante de la personalidad y del carácter.
La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.
Aprender a ser, implica potenciar las capacidades de las personas a fin de lograr un crecimiento integral que favorezca la autonomía, la toma de decisiones responsables, el equilibrio personal, la adquisición de valores como la autoestima positiva, el respeto hacia uno mismo.
La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad.
Aprender a ser personas autónomas y con capacidad de juicio frente a determinadas situaciones (el realizar un juicio), como también aprender a ser personas responsables de nuestros actos y hechos, los cuales nos ayudan a crear nuestro destino. Podemos llegar a ser de esta forma, mediante la exploración y/o descubrimiento de nuestros talentos, que están “enterrados” como un tesoro dentro de cada persona, algunos talentos, tales como: las aptitudes físicas, la imaginación, la buena comunicación con los demás, etc.


APRENDER A VIVIR JUNTOS
También llamado aprender a vivir con los demás. Este pilar consiste en que cada uno aprenda a relacionarse con los demás, de manera que evite los conflictos y la violencia, y los solucione de manera pacífica, fomentando el conocimiento de los demás, de sus culturas, de sus lenguas, de sus tradiciones, etc. Siendo más tolerantes, inclusivos y por tanto multiculturales e interculturales, para poder vivir en un entorno pacífico fomentando una educación para la paz y la no-violencia, respetando las diferencias que es lo que nos enriquece e intentando no fomentar más desigualdades.
Aprender a vivir juntos. Se puede llevar a cabo gracias a los tres pilares anteriores, ya que ellos facilitan los elementos básicos para aprender a vivir juntos.

Esto se refiere a aprender a conocer a los demás (con los que interactuamos), conocer su historia por ejemplo, y así se nos facilitará nuestra relación con ellos, ya que si los conocemos un poco, sabremos como dirigirnos a ellos, etc.

Aprender a vivir juntos aborda las capacidades críticas esenciales para una vida mejor en un contexto donde no hay discriminación y todos tienen igualdad de oportunidades para desarrollarse a sí mismos y contribuir al bienestar de sus familias y comunidades. Esto tiene que ver con el conocimiento, los valores, las competencias sociales y el capital social para contribuir a la paz y la cooperación internacional, a fin de:

  • Participar y cooperar con los otros en sociedades cada vez más plurales y multiculturales;
  • Desarrollar una comprensión de los otros pueblos y sus historias, tradiciones, creencias, valores y culturas;
  • Tolerar, respetar, acoger, apreciar e incluso celebrar la diferencia y la diversidad de los pueblos;
  • Responder de manera constructiva a la diversidad cultural y la disparidad económica que se dan en todo el mundo;
  • Ser capaz de manejar situaciones de tensión, exclusión, conflicto, violencia y terrorismo.

APRENDER A TRANSFORMARSE UNO MISMO Y LA SOCIEDAD

Este pilar consiste en que cada uno aprenda a comprender y a interpretar el mundo que le rodea, de manera que le permita vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Por lo que la educación obligatoria de la formación inicial debe proporcionar a todos los alumnos los instrumentos, conceptos y modos de referencia resultantes del progreso científico y de los paradigmas de la época.
Aprender a conocer nuestra cultura, teniendo en cuenta los avances tecnológicos, económicos y sociales por los que esta pasa; esto nos permitirá aprender nuevas cosas a lo largo de nuestras vidas, es decir, nos educaremos permanentemente.
 Aprender a ser implica potenciar las capacidades de las personas a fin de lograr un crecimiento integral que favorezca la autonomía, la toma de decisiones responsables, el equilibrio personal, la adquisición de valores como la autoestima positiva, el respeto hacia uno mismo.
La educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad.
Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere acciones individuales y colectivas. La Educación para el Desarrollo Sostenible:
  • Integra los valores inherentes al Desarrollo Sostenible en todos los aspectos del aprendizaje;
  • Fomenta los cambios de comportamiento para crear una sociedad más viable y justa para todos;
  • Enseña a las personas a reflexionar de manera crítica acerca de sus propias comunidades;
  • Empodera a las personas para que asuman la responsabilidad de crear y disfrutar de un futuro sostenible.
Aprender a transformarse uno mismo y la sociedad sostiene que los individuos pueden cambiar el mundo con su acción aislada y conjunta, y que una educación de calidad aporta las herramientas para transformar las sociedades, dado que equipa a los seres humanos con conocimientos, valores y competencias para transformar las actitudes y los estilos de vida. Esto refleja una sinergia de competencias cognitivas, prácticas, personales y sociales para hacer posible la sostenibilidad, a fin de:
  • Trabajar por una sociedad neutral, sin discriminación de género;
  • Desarrollar la habilidad y la voluntad de integrar estilos de vida sostenibles para nosotros y para los demás;
  • Promover comportamientos y prácticas que minimicen el rastro ecológico en el mundo que nos rodea;
  • Actuar para lograr la solidaridad social;
  • Promover la democracia en una sociedad en que prevalezca la paz.

Importante: Mientras los sistemas educativos formales propenden a dar prioridad a la adquisición de conocimientos, de otras formas de aprendizaje, importa concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación de las reformas educativas, tanto en la elaboración de los programas con nuevas políticas pedagógicas.
La Educación Encierra Un Tesoro: Es indudable que se requiere de estos pilares para obtener un equilibrio en la educación de todos y para todos, fundamentalmente para trascender en esta vida que es única y valiosa. Y cada uno es un gran cofre de tesoros invalorables. 
ACTIVIDAD

OBJETIVO: Conocer las características de cada uno de los pilares de la educación.

TIEMPO: 5 minutos.

INDICACIONES:
  • Formar 2 equipos de trabajo.
  • Cada equipo pasará a una de las mesas del centro del aula.
  • Armar los rompecabezas sin voltear las piezas.
  • Pegar las piezas del rompecabezas con cinta adhesiva.
  • Cada equipo colocará en el pizarrón cada rompecabezas armado, para armar la figura final.

Aprender a ser

Para que se desarrolle la propia personalidad del alumno y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.
Se deben considerar las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar...

Aprender a conocer
Combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias.
Lo que supone además: aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

Aprender a hacer

Adquirir no sólo una calificación profesional sino, una competencia que capacite al alumno para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.
Pero, también, aprender a hacer en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes.

Aprender a convivir

Desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
La educación no solo consiste en aprender conocimientos, sino también implica un desarrollo personal del alumno.

A diferencia de los sistemas educativos tradicionales que solo pretendían una adquisición de conocimientos; y esto en nuestra sociedad está dando la pauta para desarrollar competencias en los alumnos.



Es importante tener en cuenta que cuando se habla de educación inicial se habla principalmente del objetivo que esta tiene, el cual hace referencia a potenciar el desarrollo integral de los niños y las niñas a promover, acompañar, favorecer y fortalecer las actividades propias de la primera infancia.

Por esto, en “La Política Pública de Primera Infancia” se proponen los pilares del trabajo pedagógico que son: El Juego, La Literatura, El Arte y La Exploración del Medio, elementos fundamentales a través de los cuales los niños y las niñas interactúan y se relacionan con otros, con sus familiares y con el medio, que son relaciones vitales para su desarrollo.










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